A Mourinho no hay Copa que se le resista

Italia llevaba 12 años sin levantar un trofeo UEFA para clubes. El último equipo en conseguirlo había sido el Inter, con José Mourinho en el banquillo. Solo él podía acabar con esta sequía, y lo consiguió en su primer curso como entrenador de la Roma. No será una Champions, pero con este 1-0 ante el Feyenoord, los romanos vuelven a ganar por primera vez desde 2008 y celebran su segundo título europeo desde la Copa de Ferias de 1961. La capital italiana, en estas horas, vive una fiesta inolvidable.

El partido comenzó con un guion claro, que no cambió casi nunca. El Feyenoord se quedaba con el balón y la Roma intentaba hacer daño con un juego más vertical. El plan se complicó enseguida para Mou. Mkhitaryan, su única duda, al final salió de inicio, pero solo aguantó en el verde 17'. El problema muscular en el muslo que le ha parado en el último mes reapareció y tuvo que sustituirle Sergio Oliveira.

A pesar del golpe, la Roma empezó a crecer y a darle trabajo a los centrales de Slot, que muchas veces pararon con las malas a Abraham. Trauner, justo después de haber sido amonestado por una falta sobre el inglés, perdió a Zaniolo tras una larga jugada romanista. El italiano recibió un pase largo de Mancini en el corazón del área y superó a Bijlow con una elegante vaselina. Tras las lesiones, su talento está reapareciendo, y fue decisivo para un tanto histórico.

El gol despertó a los holandeses, que hicieron méritos para empatar sobre todo en el arranque de la segunda mitad. Mancini golpeó su poste en la salida de un córner, Malacia remató a la madera con un intento desde lejos. A los giallorossi les tocó sufrir, pero cada vez un poco menos. Los italianos les dejaron la iniciativa a sus rivales, pero no pasaron por otros grandes