A dos victorias de la Undécima

Finalizado

No hay Final Four sin sufrimiento, pero el padecimiento blanco no estuvo tanto en este playoff de cuartos, que dominó de cabo a rabo, sino en los tres meses anteriores, donde atravesó la crisis más dura de la era Laso., a antes de que todo se torciera, fue de lo más oportuno, en el momento exacto (sin Heurtel ni Thompkins,, recuperado del coronavirus pero que no saltó a pista). y un 3-0 rotundo para abrazar su séptima Final Four de las últimas nueva (solo faltó a la de 2016 y a la del curso pasado), cuando no hace tanto se pasó 14 temporadas seguidas viéndolas por televisión (1997-2010). Alcanzar el gran desafío de la temporada, lo que ambicionan todos los potentados de la Europa de clubes, es siempre un éxito. Un 3-0 sin paliativos para el Maccabi que recuerda al de 2013 frente al mismo adversario, en la primera clasificación del Lasismo para la Final Four. Un 3-0 que cambia un poco la manera con la que se miraba a este equipo en lo que iba de 2022, porque el triunfo llega desde la comunión del bloque, uno que transmite unidad y deseo. Y llega con 25 asistencias y varias actuaciones enormes, como las de Sergi Llull (18 puntos y 6 asistencias), Adam Hanga (8+10 rebotes y 4 pases de canasta), Guerschon Yabusele (16+8) y Vincent Poirier (14+6). En el WiZink Center habían brillado Williams-Goss, Causeur, Abalde, Tavares… también Rudy. Y todos echaron una mano en el Yad Eliyahu, la que empujó al Madrid hasta dejarle a dos victorias de la Undécima, tan cerca y a la vez tan lejos. Lo imposible hace solo dos semanas ahora parece hasta creíble. Puro deporte.

Al descanso, el Madrid se fue con un +10 (41-51) después de haber ido 14 por delante (34-48), pero las sensaciones eran aún mejores, como en el segundo asalto,