100 partidos de Pacha: crecimiento y cerca de su sueño

CÁDIZ

El ‘Pacha’ Espino se hace centenario en el Cádiz. El club gaditano ya le ha hecho la entrega de la tradicional camiseta con el número cien por dorsal. El que llegó desde el Nacional de Uruguay en el mercado invernal de la temporada 2018-19 se hizo imprescindible en el conjunto amarillo. Con Álvaro Cervera se ganó la titularidad y no la ha soltado tampoco a pesar de la llegada del nuevo técnico Sergio González.

Un jugador de esos que quedan pocos. Con una entrega absoluta en el campo siempre. Aunque las cosas no vayan bien, Pacha se deja el alma en el terreno de juego. Él dice que es asmático, y le creemos, pero no precisamente porque lo demuestre corriendo por la banda. Y es que es inagotable. La peor pesadilla de los extremos rivales.

Gracias a esa entrega, él la llama garra uruguaya, se ganó el cariño de todos los aficionados cadistas. Sin embargo, no siempre fue así. En su llegada a la ciudad gaditana en el mercado invernal de 2019 su rendimiento generó muchas dudas. Nadie podía imaginarse que se convertiría con el tiempo en uno de los favoritos de la afición. La explicación a su pobre rendimiento fue que venía de jugar una temporada completa en Uruguay y llegó sin tiempo de descanso. Él mismo ha reconocido en alguna ocasión que es consciente de que su llegada no fue la mejor.

Poco a poco Espino fue creciendo en el conjunto amarillo. Tanto fue así que incluso recibió la llamada de la Selección de Uruguay en la última convocatoria. El lateral estuvo muy cerca de cumplir su sueño de ser internacional, pero ni él ni su compañero Guillermo Varela pudieron acudir debido a no estar aún vacunados contra el Covid-19 y ser necesario el pasaporte Covid para viajar. Al parecer, ambos iniciaron los trámites para recibir la