Cuando Lamela celebraba, a los 25 minutos, el segundo tanto sevillista en el Sánchez Pizjuán, parecía quimérico un renacer blanco. Más si cabe cuando al descanso se llegó con ese 2-0 y el Sevilla había colocado camisa de fuerza al equipo blanco. Un escenario que colocaba a los de Lopetegui a nueve puntos y al Barça, de ganar su aplazado al Rayo (domingo 24) y este lunes al Cádiz (21:00 horas), a seis. Menos de dos partidos (el goalaverage es azulgrana) con seis por disputarse. Jornadas llenas de tensión se presentaban, hasta que se produjo una remontada de pundonor que hace que el Madrid compre descanso en busca de la conquista de la Decimocuarta