Simeone cumple hoy 52 años. Y lo hace en su momento más raro en el Atlético. Porque la efeméride de los diez años se ha visto empañada por los resultados, por la temporada irregular de una plantilla que ya era campeona y que sumaba a De Paul y Griezmann y que miraba a todo de frente. O pretendía porque, en realidad, no ganará nada. Su único título real es el que queda y eso que no es un trofeo: clasificarse entre los cuatro primeros, en esos puestos que dan acceso a la próxima Champions. Lo está luchando (61 puntos, 4º) con Barça (63, 2º), Sevilla (63, 3º), Betis (57, 5º) y Real Sociedad (55, 6º) sin terminar de dar el golpe en la mesa. Lo pareció cuando acuño lo de LaLiga de 14, dejando atrás los malos números (por primera vez en el Atlético cuatro derrotas seguidas), pero tras el parón de marzo el equipo no vuela igual: seis partidos, cuatro sin gol. El último es. . Y después el Madrid, el Sevilla, el Elche y la Real.