LeBron James reina en las ruinas
No tiene mucha explicación, o más bien ninguna porque tiene 37 años y lleva más de media vida literalmente (jugó el primer partido con 18 años y 303 días) en la NBA. Pero seguramente la explicación a LeBron James es que no hay explicación. Y asunto arreglado. En un año de naufragio, de ruinas y malas noticias amontonadas una sobre otra hasta que la torre ha hecho sombra al presente y el futuro a corto plazo del equipo, seguramente lo único que les queda a los Lakers (y, visto así y estando donde estamos, no es poco) es disfrutar de noches como esta de LeBron James. Los males del equipo tienen explicación, un rosario de errores que seguiremos repitiendo todo lo que haga falta (algunos del propio LeBron). Pero estas supernovas de su gran estrella, no. Y eso queda: para siempre.


