Un auténtico Tappone alpino, que dirían por estos lares, era lo que la les tenía reservada a los corredores. Una jornada que transcurrió por el Valle de Aosta, precioso paraíso natural de montañas, verdes praderas, ríos y cascadas, con final en la pequeña localidad de Cogne. Escenario e ingredientes perfectos para vivir una bonita batalla en la montaña que, no obstante, el conformismo instaurado entre los favoritos echó por la borda del mismo modo que en la etapa con final en Etna. En consecuencia, con un lejano ataque en el último puerto con el que sumó el tercer triunfo de su palmarés en el Giro para, de paso, reencontrarse con una victoria que le era esquiva desde febrero de 2020 en Laigueglia. Por su parte, Richard Carapaz encarará la tercera semana de carrera con la maglia rosa.