Stamford Bridge es un estadio escondido entre sus propios edificios adyacentes y varios inmuebles que lo rodean en esa zona fronteriza entre el distinguido barrio de Chelsea y el más clásico de Fulham (donde, de hecho, se alza el estadio). A diferencia del Bernabéu, un edificio singular pero integrado como un elemento más en el entramado urbano de Madrid, el campo blue es más sencillo alejarlo de las miradas de los curiosos. Y ahora sufre esa soledad. , el magnate que hace casi dos décadas catapultó a la entidad a otro nivel, ahogan al club, privado desde hace semanas de poder recabar ingresos y, por tanto, impedido de la explotación de todo el potencial comercial que ofrece Stamford Bridge.