Mucho se había hablado del estilo Bordalás y de su relación con Marcelino, mucho se había escrito sobre ADN y equipos broncos y coperos; de interrupciones, picardías, faltas y pérdidas de tiempo. Y todo para que a la hora de la verdad la semifinal se decidiese por talento, se resolviera por calidad, la de Gonçalo Guedes. Bestial su gol. El portugués impuso su estilo y clasificó al Valencia para su 18ª final de Copa del Rey, la segunda de la era Lim. Lo poco que aprecia el dueño este torneo y lo mucho que significa para el valencianismo esta final. Otra más en Sevilla, como en 2019; otra vez en La Cartuja, como en 1999. Bordalás vivirá su primera final, Marcelino se queda sin la que hubiera sido su cuarta consecutiva. El Athletic cayó en una eliminatoria, algo que hacía tres años que no sentía, que no sufría.