Cuarta derrota en el haber de los Heat de forma consecutiva. Después de caer en Filadelfia ante los renovados Sixers de Embiid y Harden llegaron tres varapalos más seguidos y todos en casa, con los Warriors y los dos equipos de Nueva York, para amasar una racha que ha quebrado la confianza del equipo. En esa caída ante Golden State tuvo lugar el gran altercado entre Jimmy Butler y Erik Spoelstra, con la bochornosa imagen del jugador queriendo pegar al entrenador en mitad de un tiempo muerto y con el capitán Udonis Haslem teniendo que mediar para defender al segundo, y los jugadores parecen no haber formateado bien el disco duro interno para olvidar aquello. Las consecuencias todavía se ven. Han llegado buenos rivales en esta parte del calendario, pero la sensación de solidez que habían mostrado en los últimos tres meses se ha esfumado como la palabrería de pandilleros con la que se encendieron hace sólo unos días.