Hay que tenerlos bien puestos, los componentes, para presentarse entre un Aston Martin Valhalla y el Valkyrie que ideó Newey y no salir mal parado con las comparaciones. Pero el Aston Martin AMR22 está a la altura, impresiona,combina la elegancia de una librea auténtica con los detalles agresivos que se esperan de los monoplazas más rápidos del planeta. Es, además, de verdad: se trata de un coche real (aunque a los test acuda con variaciones importantes), no es un diseño digital como el de Haas ni tampoco un producto de marca blanca pintado con los colores de Red Bull. Además de bonito, valiente: no temen una copia de sus ideas. Se estrenará este mismo viernes en un 'filming day' en Silverstone. «Los test son cortos y luego hay poco test entre el segundo test y el primer gran premio. Si hay algo que revisar, queremos verlo pronto”, dice Green, director técnico.