Cuando en póker se hace un ‘all in’, el jugador lo hace sabiendo que no hay margen de error. Si sale bien, toca la gloria. Si sale mal, se acabó lo que se daba. Este movimiento del juego de cartas es lo que hicieron Los Angeles Rams en la NFL. Apostaron todo lo que tenían para ganar una Super Bowl a corto plazo. Y les ha salido bien. En la pasada madrugada, los angelinos se han proclamado campeones de la liga al vencer en la final por el título a los Cincinnati Bengals por 23-20 en un apretado y emocionante final, decantado por la rocosa defensa de los Rams y un sobresaliente Cooper Kupp, elegido MVP del partido.