Apenas se ahondó en detalles cuando se hizo oficial la renovación de Verstappen con Red Bull. Una alianza increíble dentro del marco de la F1 que se establecía hasta 2028 y un salario millonario, eran lo suficientemente atractivos como para eclipsar cualquier otra inquietud sobre la ampliación de contrato del neerlandés junto a la escudería energética. Desde Milton Keynes le blindaron para evitar cualquier intento de fuga, pero en lo que parecía una unión idílica Mad Max se guardó un as en la manga para abandonar el equipo de manera inmediata.