Fran García (Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, 22 años) nunca llegó a imaginarse, cuando jugaba al fútbol con su hermano en el garaje, terminar la temporada de su debut en Primera con nota. Entonces sus pensamientos se centraban en no romper nada, «que era el mayor y luego cobraba», ríe. Ahora su cabeza está en descansar, con la satisfacción del deber cumplido, tras conseguir la permanencia para el Rayo y firmar un crecimiento que ha llamado la atención de muchos equipos, entre ellos, el Real Madrid. Precisamente en su cantera se formó este lateral zurdo, siguen perteneciendo al club blanco. De ahí que su futuro esté en el aire. Algo que no inquieta al zaguero, para quien la familia —la de sangre y la que eliges— es su pilar. Ellos le quitaron de la cabeza que aquellas siete lesiones de hombro, durante sus tres años de juvenil, eran una señal del destino para que parase. No se detuvo y hoy recoge sus frutos, como un talento en ciernes y un jugador que se ha ganado un hueco en el corazón del rayismo.