No pudo Aleix Espargaró cumplir con la de que iba a ganar la carrera de Mugello, pero rascó otro podio, el cuarto consecutivo para él y su Aprilia, que le mantienen en la pelea por título. Se quiere reenganchar a ella Francesco Bagnaia, con una victoria que le permite sacarse la espina de su caída en la cita anterior, la de Le Mans, y hacer ver a todos que el jefe de filas de Ducati es él y no otro, por mucho que Enea Bastianini sea el que más carreras de MotoGP ha ganado este año. La Bestia no pudo acabar la de Mugello porque, cuando estaba en plena remontada, y amenazaba a Aleix, se fue al suelo.