Tarde de Champions y adioses
U-ru-gua-yo. El Sevilla trató de abalanzarse sobre el Atleti nada más comenzar el partido en el Metropolitano. Todo en juego para ellos, la plaza Champions que queda, los rojiblancos ya la tienen, jugaban por sellar el tercer puesto. Y los homenajes. Ese u-ru-gua-yo que por última vez vestía la rojiblanca ante su gente. Suárez. Uno de los héroes de LaLiga pasada se despedía en casa. Y lo hacía titular, bajo aplausos atronadores cada vez que tocaba un balón. Ese grito, u-ru-gua-yo, que podría coserse al oso y al madroño en el escudo, subió el volumen en el 5’. De Paul le cedió una pelota en el área y el charrúa la remató fuera, demasiado cruzada. Lopetegui, además de dudas, comenzó a respirar pólvora a su aldededor. El inicio de su equipo había sido solo eso. Una intención. Pura espuma.


