El camino de los sentidos: experiencias del camino francés | EL PAÍS
Esta ruta, a su paso por Galicia, nace agua, marcada por la belleza imponente del Miño en Tui (Pontevedra), pero enseguida se vuelve piedra, verdor y sabor. Los pasos del Camino Portugués siguen los de calzadas romanas y recorren edificios de sabor local y modernista a la vez en ciudades acogedoras. Es la segunda senda jacobea más transitada y una de las preferidas por los ciclistas al ser un itinerario fácil para las bicis. Y si los viñedos y los huertos aportan la tradición de la gastronomía con etiqueta, con uvas doradas como joyas y pimientos que saben a crema, los furanchos ofrecen al paladar la naturalidad de la comida hecha como en casa. A través de lo que se ve, se oye, se huele, se paladea y se palpa es como se conoce esta ruta de 119 kilómetros. Camino Portugués, sí, pero puramente gallego.


