Real Madrid: Gareth Bale, historias incompletas | Deportes | EL PAÍS
No parece descabellado asegurar, al día siguiente de su despedida, que Siete años pueden parecer muchos, cuanto más si uno se aventura en el Tíbet, como Brad Pitt en aquella película. Pero en el club más acelerado del mundo pasan como un suspiro -los años son de perro, o de gato-, de ahí que todavía hoy no sea posible determinar si lo logrado le alcanzó para triunfar o si lo insinuado es suficiente prueba de cargo para certificar su fracaso.


