El equipo más en forma de la NBA era también el subcampeón de la pasada campaña y el primero de la última fase regular. Phoenix Suns tenía todo bajo control después de la primera toma de contacto con los playoffs, pero esto es una carrera de largo recorrido y el primer palo les ha llegado rápido. En el segundo encuentro ya se han encontrado con una lesión en el cuerpo de su mejor hombre, Devin Booker, y con una derrota en casa que hace que pierdan el factor-cancha en favor de unos muy peleones Pelicans. Nada está asegurado y este ejemplo es bastante bueno de lo que es el baloncesto a este nivel de exigencia y a esta altura de temporada.