El Ineos gobierna en Euskadi. Es el lehendakari de las dos ruedas. En una cuesta final de 500 metros apto para instalar un rocódromo, Carlos Rodríguez, un chaval de Almuñécar que acaba de cumplir 21 años y tiene cara de no haber roto un plato, se estrenó en el campo profesional, al que dio el salto directamente desde juveniles tras formarse en la Fundación Contador. Emocionó a la entregada afición una de las grandes promesas del ciclismo español. Se anotó la quinta etapa de la Itzulia echando la lengua al asfalto por el descomunal esfuerzo. La llegada fue heroica, con los gallos, todos menos Roglic, dando bocinazos pidiendo paso por detrás, y él resoplando con sus últimas gotas de energía. Supo jugar sus bazas, 'chupar' la rueda de un enorme Soler durante la escapada del día, y al final tuvo un pequeño muelle para saltar por la línea de meta de Mallabia. Tras la victoria de ayer a cargo de Daniel Felipe Martínez, hoy doblete para el Ineos: primero Rodríguez y a continuación, el propio ciclista colombiano.