Aprobados y suspensos del Villarreal: una pájara letal
Rulli: El 1-0 le pilló saliendo a despejar un centro que se envenenó tras tocar en Estupiñán. Llegó a tocar el balón, pero su mano no dio para más. En el 2-0, estuvo vendido ante Mané. Durante el partido, sacó tres disparos lejanos con apuros.