La gran noche de Mikal Bridges
Si los Suns, de largo el mejor equipo de la regular season y en la mejor versión de la historia de la franquicia (64-18), se acaban llevando el título, habrá que acordarse de partidos como este. De la jerarquía: la rebelión de los Pelicans fue ahogada (112-97) por un equipo que demostró que, sencillamente, es mejor. Y al que no le tembló el pulso en una noche de vértigo: con 2-2 (ahora 3-2), en su casa, todavía sin Devin Booker y con la obligación de ganar para no ir a jugarse la temporada a Louisiana. Ahora tienen dos opciones para cerrar: el jueves a domicilio y, si es necesario, el sábado de vuelta en Arizona. Y, seguramente, con Devin Booker en pista.


