Un partido tremendo, una lucha resuelta en los instantes finales con nervios, confusión y la expulsión de DeMar DeRozan por protestar mientras Tyus Jones, decisivo en los momentos calientes iba a la línea de personal con el partido en un puño (110-111). Los Grizzlies ganaron en Chicago (110-116) y demostraron por qué no solo son terceros del Oeste sino que son terceros, de hecho, de toda la NBA: están 42-20 por el 40-21 de los Heat, ahora líder del Este tras esta derrota de los Bulls (39-22), que quedan a un partido de los de Florida y con dos de ventaja sobre los nuevos Sixers del dúo Embiid-Harden. Los Grizzlies están a dos de los Warriors y con dos y medio sobre los Jazz.