Edgar, el invitado sin límites
Edgar González se convirtió en un regalo para Manuel Pellegrini. Quizás inesperado, pero suficiente para haber entregado al técnico más posibilidades de fiabilidad a su plan en el Betis. Volvió este pasado verano de su cesión en el Oviedo con un futuro repleto de incógnitas, pero la planificación condicionada de la dirección deportiva verdiblanco le terminó dando un sitio en el plantel que aprovechó a la perfección. Jugó más que ningún otro central del actual plantel y ahora también se erige como baza viable en el centro del campo. Actuó como pivote ante la Real Sociedad en la Copa debido a la ausencia de Guido Rodríguez y volvió a hacerlo ante el Levante ayer. Dos triunfos y ocho goles a favor para los de Pellegrini.