El derbi cambia el paradigma
No solo transcurrieron 771 días, dos años y un mes largo, entre el anterior Espanyol-Barcelona y el de este pasado domingo. Y eso que en ambos casos el resultado fue idéntico: 2-2. Lo que ha pasado es un cambio de paradigma. Seguramente, por la cronología de los hechos. Pero también por el contexto y por las perspectivas, al menos en el caso de un conjunto perico que se echó las manos en la cabeza por empatar ante su eterno rival –lo nunca visto desde hace muchos años–, pero que tiene la percepción de que sale reforzado para lo que viene.