El espanyolismo se reengancha
Que las sensaciones a veces son más importantes que los resultados objetivos lo demuestra la relación entre el Espanyol y sus gentes, que hace apenas tres semanas parecía más distante que nunca y que ahora vive una suerte de comunión inusitada. Una delgada línea separa ambos estados de ánimos, y es regresiva, pero no cabe duda que el derbi ante el Barcelona, el enfrentamiento contra el Sevilla y ahora la visita al Villarreal han unido lo que se antojaba como un jarrón roto en mil pedacitos.


