En la NBA todo puede suceder, nada es imposible. Solo hay operaciones improbables, escenarios casi inalcanzables, contratos prácticamente inamovibles. Improbable pero no imposible; casi prácticamente. Sabemos que es así, que todo puede suceder si se dan las circunstancias adecuadas. Que nada está grabado en piedra y que todo es liquido y relativo. Si-se-dan-las-circunstancias-adecuadas. Y las circunstancias están acercando una posibilidad que hace no mucho era una locura inimaginable, un chismorreo de podcast y red social: James Harden y Ben Simmons podrían cruzar caminos en un traspaso Brooklyn Nets-Philadelphia 76ers. Ya, antes del cierre de mercado próximo jueves, 10 de febrero. Glups.