Xavi: cien días subido a una montaña rusa
Hay una norma no escrita que blinda a cualquier persona que llega a un trabajo nuevo con cien días de plazo para acabar de adaptarse a sus nuevas funciones. En el mundo del fútbol esta teoría es simplemente una falacia, ya que cien días son una eternidad, por lo que el tiempo para juzgar el trabajo empieza desde el día siguiente que se firma el contrato. Y más aún si eres una persona que conoces perfectamente la idiosincrasia del club, entonces el crédito se agota prácticamente desde el minuto uno.


