¿Y si el Atleti del Cholo nos hace el pasillo en el Wanda?

Tomás Roncero

EI Pizjuanazo del domingo en Sevilla y el Cadizazo del lunes en el Camp Nou han teñido definitivamente la Liga de color blanco. No me refiero al Eintracht de Frankfurt, aunque me encanta rescatar ese recuerdo imborrable del pasado Jueves Santo, sino a lo sucedido este fin de semana, que deja la Liga en bandeja a la tropa de Ancelotti y condena al Barça de la gripada 'Xavineta' al purgatorio de la lucha para evitar quedar fuera del Reino de los Cielos Futbolísticos: la Champions League.

Los jugadores aplauden al Bernabéu tras eliminar al Chelsea el martes pasado.

Los alegatos triunfalistas de Laporta tras el accidente del Clásico (se ha demostrado que el 0-4 del Bernabéu fue más por incomparecencia del Madrid que por superioridad futbolística del Barça) ha quedado en proclamas populistas que no te compra ni la fuente de Canaletas. Esto dijo el 2 de abril en TVE: «Estoy convencido de que podemos ganar esta Liga. Es más, ¡vamos a ganarla! En el último tramo de temporada venimos muy fuertes, con el equipo funcionando a pleno rendimiento y con un entrenador que tiene claras las ideas y nos hace jugar a nuestro estilo genuino de fútbol. Hemos recuperado nuestras esencias y tenemos que ir con optimismo y voluntad a que vamos a por LaLiga». Pero la realidad no entiende de mensajes propagandísticos y el fútbol te pone en tu sitio de forma inmisericorde. El Barça está totalmente out de la lucha por el título y ahora mismo firmaría ser cuarto y tener segura la plaza en la próxima Champions (Atlético, Sevilla, Real Sociedad y Betis no están por la labor de que eso se cumpla sin más).

Desde la perspectiva madridista la cuestión no es si la Liga está ganada (lo está), sino cuándo será el momento ideal para festejar la número