XABIER FORTES Pedri rima con Messi

Xabier Fortes Lopez

Dice Sergi Pámies que le gusta la acústica del Camp Nou, su apariencia más propia de las plateas del Liceu que de un estadio de fútbol, la selecta distinción del silencio frente a la uniformidad ruidosa de las gradas de animación. Esos silencios que permiten auscultar el golpeo de un balón o un remate al poste como si fuese música de viento o de percusión. En esos momentos, al igual que en el concierto de Año Nuevo en Viena cuando suena la marcha Radetzki, al público se le permite la licencia de acompasar desde sus asientos con las palmas una partitura de hechuras futboleras. Y corear también si procede el nombre del director de orquesta.

Pedri, como antes Messi, cuenta con ese don, ese privilegio exclusivo de los que juegan con batuta para marcar la pauta, la pausa y la prisa. Enmudecido el estadio tras la marcha del crack argentino, ha recuperado su acústica gracias a las genialidades del canario. Amenazaba la noche con un empate cuando Dembélé, genial ayer en su versión de solista, cedió al joven director de orquesta para resolver la partitura. Y ahí, frente al área, Pedri puso la pausa primero, luego un redoble de interminables amagos, y por último percutió el balón con un golpeo sostenido, muy propio del Camp Nou. El selecto público se puso entonces en pie, y por un instante fue difícil distinguir si coreaban a Messi o a Pedri.

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