Vuelco al caso Dembélé

El Barça telefoneó en las últimas horas al representante de Ousmane Dembélé, Moussa Sissoko, para citarle con vistas a los próximos días. El objetivo de esa reunión será retomar las conversaciones que se rompieron en enero, cuando la negativa del futbolista a renovar, o a salir del club azulgrana, provocó una crisis que llevó a Mateu Alemany, director de fútbol, a tomar la decisión junto al presidente, Joan Laporta, de dejar fuera al francés de dos convocatorias. Una de ellas, la del partido de octavos de Copa ante el Athletic, clave. El Barça perdió en San Mamés su condición de defensor del título.

Dembélé ha recibido de muy buen grado la llamada del club y su interés por intentar reconducir su situación para que pueda seguir en el Barça. El francés, en el fondo, está encantado desde la llegada de Xavi. Desde el primer día sabe que el técnico tiene confianza en su potencial (“bien entrenado puede ser el mejor jugador del mundo en su posición”), pero además, el técnico de Terrassa ha correspondido las palabras con hechos. No sólo convenció a Alemany y Laporta de que se reintegrase al equipo después de la crisis de enero. También lo ha puesto a jugar y ha mejorado su rendimiento, como ha podido observarse en los partidos ante Athletic (un gol y dos asistencias), Osasuna (dos pases de gol) o Real Madrid (otras dos asistencias), entre otros. Para Dembélé, la aportación de los ayudantes de Xavi también ha resultado definitiva. Han conseguido motivarle, mejorarle y hacer que se sienta feliz en el campo. Tanto como para que piense de nuevo en quedarse.

Y un factor más. Pierre-Emerick Aubameyang. Para Dembélé, la llegada del gabonés supone tener la cercanía de un amigo con el que compartió buenos tiempos en el Dortmund. El padre