VALENCIA CÁDIZ El Cádiz se acostumbra a sumar

El Cádiz con Sergio está rascando puntos de aquí y de allá. En Mestalla sumó el séptimo de los últimos 12 y se aleja a dos del descenso. Lo sumó por méritos, por saber qué tenía que hacer en cada fase del partido, un encuentro en el que el Valencia no supo qué hacer. Solo un remate a portería de los blanquinegros en 96 minutos. Y eso que los de Bordalás jugaban en casa para ponerse a solo dos puntos de los puestos europeos. Otra ocasión perdida de los che para engancharse a una pelea que debería ser la suya y no lo es por un cúmulo de factores, entre otros su fútbol. Les queda la final de Sevilla, donde la ilusión también juega.

Bordalás tenía a todos sus porteros donde elegir y continuó bajo palos con Mamardashvili. Respaldo al georgiano y aviso a Cillessen, que tiene 20 días hasta la final de La Cartuja para hacerle cambiar de opinión al entrenador. Desde luego Mamardashvili no se lo va a poner fácil al neerlandés. Las estadísticas dicen que el Valencia ha cerrado el grifo de goles encajados con él y paradas como la que hizo ayer a remate de cabeza de Negredo le respaldan. En verdad, hasta casi el final, esa fue la única vez que Mestalla supo que había porteros en el campo. Ledesma ni tan siquiera tuvo que intervenir, porque su trabajo lo hizo el larguero a remate de Maxi, el único disparo válido del Valencia para el uso de la interjecciones ‘uy’.

El partido evidenció que los blanquinegros se sienten más cómodos atrás con línea de tres centrales -completa la actuación de Alderete y confirmación de intenciones de Jesús Vázquez- y también que Hugo Guillamón y sobre todo Carlos Soler añoran la circulación de La Roja. El juego del Valencia es vertical hasta el vértigo y los dos canteranos corren más para recuperar el balón