Un partido Heavy Metal

Si Gustavo Adolfo Bécquer hubiera nacido en esta época y fuera futbolero, quizás sería del Sevilla o tal vez del Betis; y, como ilustre sevillano, estaría invitado a la final de La Cartuja del 23 de abril, donde aspiran estar el Valencia de Bordalás y el Athletic de Marcelino ().

Bécquer, poeta y futbolero, inspirándose en este duelo de banquillos, versión copera de los Guardiola-Mourinho, haría una glosa en su obra en honor a lo que se dicen el alicantino y el asturiano: "¿Qué es el estilo? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¡Qué es el estilo! ¿Y tú me lo preguntas? Estilo… eres tú".

Porque de eso, del estilo, es de lo que se lleva hablando desde hace 19 días, desde que y comenzó el de la sala de prensa. Ahí el relato bilbaíno se ha impuesto en el debate y a eso se refería ayer Bordalás cuando dijo: "".

Los focos tras el partido de ida se pusieron en las interrupciones y presuntas picardías blanquinegras, dícese del equipo que más faltas comete hoy en España (454 en Liga, 127 más que los leones), y apenas se mencionó en los días posteriores el. Por si no lo recuerdan, aquel partido celebrado en Bilbao terminó 1-1 y los goles a domicilio ya no tienen valor doble.

En Mestalla, esta noche, nos espera un partido a cara de perro, un concierto de Heavy Metal., Valencia y Athletic protagonizan una semifinal con aroma añejo. 24 títulos tienen los vascos, finalista en 2020 y 2021; ocho los valencianos, últimos campeones con público (2019). El partido difícilmente capte amantes al fútbol en Asia u Oriente Medio, pero, por risas o llantos, potenciará la pertenencia de dos aficiones que son garantía de éxito para la hostelería de Sevilla.

Gayà es sentimiento y garantía. Y por eso. Con él, once de gala con 'ADN bronco y