Un Madrid gigante empieza arrasando en la Euroliga junior

El Real Madrid juvenil llega a Belgrado dispuesto a mantener su corona de campeón de Europa. Eso es lo que se puede sacar en claro después del primer partido que ha jugado en la fase de grupos, en el que ha pasado por encima, literalmente, del Maccabi de Tel Aviv (66-93), con una superioridad física, de centímetros, que marca una diferencia tremenda en estas edades. Pero también con una superioridad técnica y táctica. Como decía aquel spot publicitario, 'la potencia sin control no sirve de nada', y este Madrid tiene potencia a paladas, pero también tiene el control necesario para considerarle un equipo con mayúsculas candidato a repetir título.

En el estreno ante el Maccabi la victoria cayó por su propio peso, al mismo ritmo que iban cayendo los rebotes: 35 para los maccabeos, 52 para los blancos. Un desequilibrio que obliga al equipo israelí a anotar a la primera o rezar. Pero contra este Madrid gigante los rezos sirven de poco cuando peleas en la zona. Los cuatro interiores madridistas desarbolaron por completo a su rival. Primero los dos titulares, Eli Ndiaye (que ya ha debutado con el primer equipo y que fue MVP del último torneo en 2020) e Ismaila Diagne (la torre de la plantilla con 2,12). Después los dos suplentes, Henri Veesaar y Amadou Doumbia. Entre todos sumaron 53 puntos, 34 rechaces y 83 de valoración de los 129 créditos totales de su equipo.

Por fuera destacó otro que ya sabe lo que es jugar con la primera plantilla. Urban Klavzar, que debutó a la fuerza en aquella victoria imposible el día antes de Nochebuena ante el CSKA en la que sólo estaban cinco jugadores de la primera plantilla más Vukcevic, ha vuelto a demostrar hoy que tiene madera de jugador grande. A pesar de no tener el día en el tiro, ha