Un final feliz para Isco

El Real Madrid salió ante el Granada en el Bernabéu con un once sorprendente, sobre todo en la punta de ataque. Sin Benzema, lesionado, la opción lógica pasaba por Luka Jovic, el delantero suplente de la plantilla, pero el serbio se quedó en el banquillo, como ya le sucedió días antes en San Mamés, contra el Athletic en Copa. Aquel día, el sitio del delantero centro fue para Asensio, al que luego reemplazó en la segunda parte Isco. Y frente al Granada, el elegido de inicio fue el malagueño, para actuar en un rol de falso nueve en el que se desenvolvió bastante bien.

En 65 minutos, Isco hizo un remate a puerta (un voleón con la zurda que le salió centrado, pero que llevaba veneno), estuvo brillante en el pase (30 buenos de 33), ganó cinco de nueve duelos, dio tres potenciales asistencias de gol (la mejor, una para Asensio que detuvo Maximiano) y recuperó un balón. En general, dejó la sensación de que puede funcionar en ese puesto, para el que le falta presencia física, pero le sobra técnica y picardía para hacerse notar entre líneas. 

Los dos últimos partidos han sido una declaración de intenciones de Ancelotti, que ha preferido tirar de Isco antes que de Jovic, pese a que la situación de ambos jugadores es buen diferente: el andaluz finaliza contrato en menos de cinco meses y se podrá marchar libre, mientras que el serbio costó 60 millones de euros hace solo tres años y medio y tiene vinculación con el club hasta 2025. Los planes de futuro del Madrid no cuentan con ninguno de los dos, pero la mejor opción a nivel de club sería que Jovic juegue y demuestre cualidades para llamar la atención de posibles compradores. Pero Ancelotti opina de modo diferente, pone a Isco por delante.

En estas circunstancias, no es descartable un