Stoichkov marca hasta sin querer

Los últimos días han estado muy cargados de sentimiento para Stoichkov. El delantero de San Roque perdió a su padre hace unos días y tuvo que viajar de urgencia a su tierra. No pudo jugar ante el Málaga, un club que le despreció hace poco y con el que tenía ganas de ajustar cuentas. Cuando estaba en el Alcorcón se tiró 15 días esperando la firma de Abdullah Al Thani, el polémico presidente blanquiazul. Sus compañeros en el en La Rosaleda. Con cada, sacaron una camiseta con el 19, el dorsal de Juan Diego Molina. «Esto es fútbol, pero lo importante es la vida, si le hemos podido dar una pequeña alegría dentro de la tristeza de estos días, misión cumplida. El objetivo era dedicarle la victoria a él y su familia y arrancarle una alegría», exponía Rahmani.

El punta gaditano volvió con sus rutinas en la última jornada. Andaba en boca de gol, como de costumbre y anotó sin querer, tras un zapatazo de Expósito que le golpeó en la espalda. Lleva (del Girona, 5 de penalti) y Bastón (del Oviedo, también 5 desde el punto fatídico). Los tres vieron puerta en esta jornada 38.

Juan Diego Molina dispuso de varias ocasiones, incluido un gol anulado por fuera de juego. El pichichi armero lleva 62 remates esta temporada, 1,77 por partido. Con la pierna derecha ha convertido 11 dianas, con la zurda 6 y una de cabeza, más la de la espalda. Tras marcar señaló al cielo, como dedicatoria a su padre. Antes de arrancar se guardó un minuto de silencio por el progenitor. El Zaragoza, que sufrió en sus carnes su apetito goleador, tanteó su fichaje el verano pasado, pero no pudo reclutarle.

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