El Deportivo acudía a los Anexos de Zorrilla con un reto y una meta. El reto era volver a ganar fuera de casa después de cuatro meses, algo que dejó casi resuelto en el primer tiempo (0-2). La meta, conquistar la segunda posición para llegar al playoff con la ventaja de que los empates valen para subir a Segunda, fue la consecuencia del triunfo. Doble objetivo cumplido al que añadió algunas muescas más como llenar la saca de la confianza de cara a esos partidos decisivos. También comprobar como Miku está de vuelta con un doblete y que Quiles no para. Delantera de oro para preocupar a cualquier rival a la que se unió Álvaro Rey con su primer tanto como deportivista. La cruz se la llevó el Valladolid Promesas, que necesitaba una rocambolesca combinación para salvarse y falló en la primera de las premisas: ganar. Golpe para la cantera pucelana, que volvió a mostrar buenas maneras, pero nunca estuvo cerca de competir por los tres puntos obligados y que tampoco tuvo demasiada suerte al encontrarse dos veces con los postes.