Rüdiger: el soldado de Ancelotti para proteger a Courtois
El zaguero alemán firmará hasta 2026 y. El técnico italiano ya detectó el pasado verano que en el conjunto blancos escaseaba el contingente de centrales tras las salidas de Sergio Ramos (rumbo al PSG y de Varane (Manchester United), y recayó en este aguerrido central, aunque a veces peca de su optimismo en el terreno de juego.
Rüdiger es hijo de padre afroalemán y de madre de Sierra Leona. Ambos huyeron durante la cruenta guerra civil que asoló el país africano en la década de los 90. Hijo menor, tiene cinco hermanos, cuatro chicas y un chico. Un exfutbolista que además es su medio hermano, Sahr Senesie, es su representante. Criado en un barrio de inmigrantes de la capital alemana, Berlin-Neukölln, de pequeño sufrió racismo, lo que le motivó a sublevarse: con ocho años intentó ayudar a una señora mayor a cargar unas bolsas de comida. Cuando fue a coger las bolsas, la señora le miró con cara de miedo: la anciana pensó que el joven Antonio iba a robarle y empezó a gritar pidiendo auxilio. Por aquel entonces, sus amigos y compañeros del pequeño equipo berlinés le apodaban Rambo por la intensidad y determinación con la que jugaba. Utilizaba una camiseta de George Weah, el primer jugador africano en ganar el Balón de Oro en 1995, aunque procuraba fijarse en los movimientos que hacía Ronaldo Nazario tanto en el Inter, en el Real Madrid y en la selección brasileña.
Otro detalle que le dejó marcado fue en una ocasión en la que su madre no pudo darle dinero para irse de excursión con sus compañeros de colegio. Ahí comenzó a forjar su carácter: divertido y ameno fuera de los terrenos de juego; serio y áspero dentro del campo, su lugar de trabajo. Poco a poco fue creciendo en equipo de Berlín antes de dar el salto al Borussia