Rodrygo, el desfibrilador

lleva cuatro goles esta temporada: tres los marcó saliendo desde el banquillo y sólo uno, como titular. Es decir, el 75% de sus goles esta campaña los ha marcado tras ser suplente. Esta estadística abre un debate que ya ha llegado al mismísimo Ancelotti. Una ventana hacia la posibilidad de que el brasileño — sea mejor dinamita que cañón. Mejor Plan B que Plan A. Mejor revulsivo que titular. «Eso dice la estadística», señaló Carlo en la rueda de prensa del Pizjuán al ser preguntado por ello, aunque poco después matizó sus palabras, consciente de que tampoco puede cerrarle la puerta al jugador: «Pero bueno, puede marcar la diferencia siendo titular o saliendo desde el banquillo».

La realidad es que nunca ha conseguido hacerse con una papeleta de indicutible y, sin embargo, tiene varios pósters de protagonista en momentos importantes. Porque debe tener algo parecido a un don para ello. Sus últimas tres actuaciones son una prueba. Ante el PSG, con todo perdido, salió en el 57' y lo que pasó un cuarto de hora después ya es historia. Cuatro minutos después empató Benzema y en 21', el marcador ya iba 3-1. De la incuria al éxtasis… Algo que se multiplicó ante el Chelsea. El Madrid perdía 0-3 y estaba eliminado de la Champions: Otra vez héroe, pese a ser suplente. Otra foto para su mural de goles importantes.

Y otra actuación sobresaliente, como la del Pizjuán. El Sevilla ganaba 2-0 y Ancelotti decidió agitar la coctelera, reorganizando al equipo con Valverde de nuevo a la sala de máquinas y Rodrygo a la banda. «Me ha pedido que haga lo que hago siempre, unos contra unos, que lo intente, porque así se acaba cazando un gol o una asistencia», dijo Rodrygo en zona mixta sobre las consignas de Carletto al darle entrada. Encontró ambas: