Revulsivo Fede Valverde
La temporada de Fede Valverde ha ido de más a menos… Hasta ahora. El Pajarito ha vuelto a ser importante. Su entrada contra el Granada confirmó que puede ser un pilar sobre el que sustentar partidos -y rotaciones- de aquí a final de curso. Que Ancelotti tiene en él un comodín fiable con el que dar descanso a Kroos y Modric. Algo que ocurrirá este sábado: Valverde apunta a titular para dar oxígeno al croata antes de la gran batalla en el Parque de los Príncipes. La de Vila-Real será, por tanto, la reválida definitiva en la que deberá demostrar que su bajón futbolístico es pasado. Y que el presente apunta hacia arriba.
Porque cuando se habla de 'bajón', los números lo avalan. Empezó siendo indiscutible, el bastión elegido ante la lesión de Kroos: jugó de inicio las ocho primeras jornadas, en las que el Madrid ganó cinco partidos, empató dos y sólo perdió uno, el tropezón en Cornellà-El Prat (). Pero para el Pajarito hubo un antes y un después: el Clásico del Camp Nou. Fue suplente por primera vez, salió en 72' y se fue en el 91'. Un movimiento extraño que, horas después, encontró su explicación: había sufrido un esguince en el ligamento externo de la rodilla izquierda. En total estuvo un mes de baja, perdiéndose cuatro partidos (Osasuna, Elche, Rayo y Granada). Aparentemente nada grave.
Pero sí un punto de inflexión. Porque eso le hizo estar dos meses sin ser titular, no volviendo a aparecer en un once hasta el 19 de diciembre (). Perdió ritmo competitivo, se le empezó a ver más espeso y Ancelotti, consciente, le restó minutos: entre los cuatro partidos siguientes a su recuperación sólo sumó 51', todos ellos saliendo desde el banquillo. Se difuminaba el Pajarito, que dio un golpe sobre la mesa en Arabia. Si en el Clásico del