Real Madrid | Los fantasmas de Ancelotti

En el y solo hay una hipótesis que haría que saliera antes de lo esperado: una hecatombe en estos meses finales. No añadir la trigesimoquinta a la vitrina blanca en el contexto actual lo sería. La bomba no la detonaría una eliminación en la Champions, donde otros ogros tienen las garras tanto o más afiladas que el equipo blanco. Pero LaLiga es otra historia. Nueve puntos sobre el Sevilla con nueve partidos por delante, misma distancia a la que aparecería el Barça si gana su choque aplazado con el Rayo.

Los azulgrana instalaron la duda con. No por el resultado o la merma en la renta, sino por sensaciones. Tras la debacle, aunque pidió «no hacer un drama de este partido». La temporada, en estos momentos, necesita mantener estabilidad y los jugadores la confianza en sí mismos. Para ello, sabe que no puede cundir el pánico. Su objetivo es claro: no tropezar dos veces con la misma piedra.

En la 2014-15, el Madrid dominaba el campeonato con puño de hierro, con la Champions de Lisboa aún latente, se había ganado la Supercopa de Europa y también el Mundial de Clubes. La sensacional racha de 22 triunfos consecutivos ponía la guinda a un fútbol solvente y divertido, apoyado en un 4-4-2 que terminaba en Benzema y Cristiano y con Isco ganándole la partida a Bale en el once.

El triplete asomaba, pero en diciembre, tras caer en Valencia (2-1), todo comenzó a torcerse. Quien levantaría los tres títulos sería el Barça, remontando una desventaja de cuatro puntos en ese momento e imponiéndose a final de curso a la Juventus en Berlín y al Athletic en el Camp Nou. Orejona y Copa al zurrón para Luis Enrique, que pasó el testigo de discutido que portó en algunos puntos de la temporada a un Ancelotti que terminaría siendo cesado. Llegaría Benítez