Qué significa de verdad Smart, el coche que se ideó como un reloj
Simpático, práctico y seductor, el pequeño coche urbano tiene su origen en el mundo de la relojería suiza y ahora se ha reinventado como un eléctrico para la ciudad.
Una imagen del Smart Fortwo CDi, de 2009.
En los años setenta, la recesión económica y la creciente competencia japonesa sumió a la industria relojera en una crisis sin precedentes. Las grandes marcas tradicionales suizas no podían competir ni en precio ni en fiabilidad frente a la invasión de los nuevos relojes orientales. Por su mecanismo de cuarzo, resultaban mucho más baratos y precisos, y no necesitaban mantenimiento.
Pero la industria helvética reaccionó a principios de los ochenta gracias al ingenio del Nicolas Hayek, un empresario que unificó la actividad de varias empresas del sector, modernizando y simplificando su producción.
El resultado fue una nueva marca de relojes más sencillos y de diseño original. Y, gracias a un precio asequible, podían comprarse con más frecuencia, como un complemento más para seguir a la moda.
Tras salvar a la industria relojera suiza, Hayek se propuso aplicar la misma fórmula a los coches y crear un urbano asequible, práctico y que encandilara a los clientes con un diseño diferente.
El proyecto tomó forma a principios de los noventa bajo una nueva empresa llamada Swatch Mobile. se implicó en el proyecto entre 1991 y 1993, pero lo abandonó alegando motivaciones técnicas y de rentabilidad.
Ante la falta de una estructura industrial, Hayek inició contactos con otros fabricantes de automóviles. A diferencia de otras marcas, valora con interés la idea y recupera el proyecto de un pequeño coche urbano diseñado en 1972 por su ingeniero Johann Tomforde. Así, crea junto con Hayek la empresa Micro Compact Car (MCC), repartiéndose