Pues no son tan diferentes…

Patricia Campos Domenech

Comentando el España-Brasil femenino me di cuenta de las semejanzas del Barça de Jonathan Giráldez y la España de Jorge Vilda. Tal vez porque cuenta con todas las jugadoras del Barça disponibles excepto las que no son españolas y evidentemente no pueden ir a la Selección, o porque las jugadoras del Barça llevan el peso del equipo y es su modelo de juego desde que empezaron en La Masia. Hay alguna diferencia, no son dos equipos exactamente iguales pero apuesto que si Jorge pudiera llevarse a Graham Hansen, Martens y Oshoala no lo dudaría. Y es normal, el Barcelona tiene un equipazo tanto en el campo como en el banquillo.

Y es que como dijo Xavi Hernández: «Es una maravilla ver jugar a este equipo, marcan el camino, como en su momento el Dream Team o el Barça de Pep». Y tanto que lo marcan, sobre todo después del récord de asistencia del Camp Nou y lo que se espera en la semifinal contra el Wolfsburgo con todas la entradas disponibles vendidas para el día 22 a la misma hora que contra el Real Madrid. Quieren repetir suerte. La Selección española femenina recuerda a eso al Barça de Giráldez, y este a la vez al mejor Barça de Pep que cada vez se parece más al de Xavi. Que como los equipos buenos, cuando juega bien gana y cuando no, empata. Los tres equipos tienen futbolistas de perfil técnico de pase corto y que funcionan muy bien entre líneas. Y si eso no funciona, pues aparecen Graham Hansen, Martens, Athenea y Dembélé. De hecho a veces, cuando veo a Alexia, Aitana y Patri, me recuerdan a Iniesta, Pedri y Busquets.

El España-Brasil fue un claro ejemplo de lo que busca Vilda y toca con la punta de los dedos pero le falta algo más. Unas bandas letales y una punta goleadora. Si al Barça, que lo tiene, le