BARCELONA
El Barcelona comienza su renovada persecución al Real Madrid. Una misión cercana a la utopía pero que el conjunto azulgrana no va a dar por imposible hasta que los números no dicten sentencia objetiva. No importa que una vez haya echado el telón a la primera parte de esta jornada 30 se encuentren ubicados en cuarta posición, a quince de los blancos. Los culés se sienten, y se han ganado el crédito para ello, la única alternativa espiritual al líder. Para mantener viva la llama de la esperanza, deberá enlazar su sexta victoria consecutiva. La que sería la cuarta seguida en el Camp Nou, donde es una máquina de hacer goles, con quince.
En el terreno donde los últimos cuatro rivales se van con una media cercana a los cuatro goles de media por partido desembarca el Sevilla, segundo clasificado cuando Sánchez Martínez, árbitro del encuentro, decrete el comienzo del partido. Un choque en la cumbre por ponerse al rebufo del Madrid y en el que el Barça, que tiene un partido por disputar aún en la guantera, llega con viento de cola tras .
Por ello, Xavi Hernández dará continuidad al plantel inicial que barrió en El Clásico. Con Ter Stegen como indiscutible guardián, Piqué, Eric García y Jordi Alba parecen fijos en la retaguardia. Al igual que Busquets, al que Luis Enrique otorgó un protocolario descanso con la selección española, Pedri y Frenkie De Jong en la sala de máquinas. Ello marcan el pulso. Arriba, tampoco parece existir incógnita alguna. A Ferran Torres y Aubameyang se le caen los goles de los bolsillos. Siete del gabonés y cuatro del valenciano en los últimos cuatro compromisos. A ellos se suma el dinamizador: Ousmane Dembélé. Los tres volverán a ser el tridente ofensivo. Reconectado para la causa por empeño de
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