¿Por qué Rusia no quiere que Ucrania entre en la OTAN y qué es la 'guerra híbrida'?

CONFLICTO UCRANIA — RUSIA

El concepto de guerra híbrida fue utilizado por primera vez a principios del año 2000, tiene que ver con la implementación de una estrategia de confrontación pero que no lleva directamente al enfrentamiento militar.

Según la BBC, «un país puede utilizar medios que vayan minando la seguridad y la estabilidad de otro país. Y no son medios militares, sino, por ejemplo, ciberataques o el lanzamiento de una oleada masiva de tuits que vayan en contra de la posición de un gobierno determinado. A eso se le denomina guerra híbrida», dice Antonio Alonso Marcos, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Pablo CEU.

Las nuevas tecnologías ayudan muchísimo a este tipo de ‘guerra híbrida’, ya que se pueden cortar suministros, bloquear el espacio aéreo, dinamitar la información veraz, mandar bulos que crea la población y desestabilicen el país y, sobre todo, todas las aplicaciones digitales, de economía, banca digital… el miedo es el máximo exponente de este tipo de guerra que genera desconcierto, y la incertidumbre es la principal herramienta.

Lo ocurrido en 2021 entre Lituania y Polonia (ambos de la Unión Europea) y Bielorrusia (aliado de Rusia), se puede considerar guerra híbrida: no ha habido invasión pero la escalada de tensión ha sido clave. El gas, el precio del petróleo, la electricidad, son herramientas constantes de la guerra híbrida.

Ucrania como aliado de la OTAN no es del agrado de Moscú.

Ucrania es el segundo país más grande de Europa, y desde 1991 es independiente. Sin embargo, que entre en la OTAN no forma parte de los planes de Putin, que ya está rodeado por el oeste por países afines a Estados Unidos y la Unión Europea, y la salida al mar a cargo de un gobierno occidental, es