Por qué Audi se llama así y qué significan sus cuatro aros
Es la historia de un fabricante pequeño que creció hasta hacerse grande en todos los aspectos. Una marca que se creó hace más de un siglo y que resucitó tras desaparecer.
Los cuatro aros del logotipo de la marca identifican a todos los modelos de Audi.
En 1899, el alemán August Horch fundo una su empresa automovilística, que llevaba su apellido, en Colonia y pronto sus coches destacaron por su calidad y exclusividad hasta 1956, año en que dejaron de fabricarse. ‘Bueno y fuerte’ era su lema.
Sin embargo, en 1909 surgieron serios desacuerdos entre el fundador y los directores del departamento técnico, Fritz Seidel, y comercial, Heinrich Paulmannn, que le desplazaron de la dirección. Entonces Horch decidió seguir por su lado, dejó la empresa que había creado y, sin poder seguir usando su apellido por estar ya registrado, fundó otra marca llamada Audi, que quiere decir ‘escucha’ en latín y cuyas dos primeras letras coinciden con las de su nombre.
La Audi Automobilwerke GmbH siguió su camino hasta llegar a los años treinta del siglo pasado cuando, a causa de la crisis de la Gran Depresión, para sobrevivir se vio obligada a fusionarse con las marcas DKW, la propia Horch y Wanderer. Nace entonces un conglomerado industrial bautizado como Auto Unión y que toma por emblema los cuatro aros, uno por cada marca, enlazados entre sí y que Audi todavía conserva como distintivo frontal en la calandra de sus coches.
Con la II Guerra Mundial por medio, el nombre de Audi permanece en letargo un tiempo hasta que en 1964 el Grupo Volkswagen compra Auto Unión siguiendo unos planes industriales expansivos que han durado hasta nuestros días.
La empresa matriz decide entonces resucitar el nombre de Audi y, ya en los años 70 y bajo la dirección


