Pánico en El Sadar

«En estas situaciones donde te acompañan las malas rachas y resultados piensas demasiado. Y a veces ese pensamiento te lleva a pasarlo mal». Rachas, resultados, una situación que pinta bastos sobre un Atleti que no reacciona, que vive lo desconocido con el Cholo: una crisis que no termina. 39 puntos de 72, 34 goles recibidos, siete derrotas ya. Y peor las sensaciones. Un Atleti al borde de un ataque de nervios. Un Atleti que, sin tiempo para restallar la herida del Levante, profunda, viaja a El Sadar, se topa con Osasuna .

«El equipo el año pasado empezaba el partido y mordía. Hoy se ve a un Atlético con grandísimos jugadores, pero para ganar hay que generar algo, ser contundente, defender bien». Y eso ya no ocurre. La COVID, Despedidas (Trippier), llegadas, lesiones, jugadores que no se asientan (De Paul, que hoy no estará, por cierto, cumple ciclo), bajas largas (Wass y Cunha, el último, rodilla). El juego, pelotazo, sin centro del campo, débil atrás, delanteros náufragos, Oblak más humano que nunca. Sin reacción. Ni Griezmann. Hasta hoy. Porque hoy, mes y medio después de recaer de su lesión, el francés volverá.. El United, la ida de los octavos de Champions.

«Yo no creo en la suerte, la suerte viene acompañada de lo que uno realiza. Nada cae del cielo». Sólo un partido de 12 ha perdido Simeone frente a Osasuna. El Sadar, 2014. Un Osasuna que presiona alto, que saltará con once de gala (sólo Rubén García es duda), que recupera a Barja y Aridane. Un Osasuna que en casa sólo ha ganado dos partidos este año, recuperado de un bajón: suyos los últimos siete puntos de nueve.

«Pasa por un tema mental, por un tema de convencernos de que somos lo que somos y que somos capaces de hacer». Un partido al que los del Cholo viajan con