Ocho muertos en dos extraños accidentes cerca de la frontera de Ucrania

Ocho militares rumanos murieron en la noche de este miércoles junto al mar Negro al estrellarse un avión militar de las Fuerzas Aéreas rumanas y posteriormente un helicóptero que había salido en su rescate, ha informado en un comunicado el Ministerio de Defensa.

El avión es un MiG-21 LanceR y ejecutaba una misión de patrullaje en la región de Dobrogea, situada junto al mar Negro en el sureste de Rumanía. A bordo del caza viajaba únicamente el piloto, que murió en el siniestro. El avión había salido de la base de Mihail Kogalniceanu, donde hay desplegados miles de soldados de la OTAN, y todavía no se ha esclarecido la causa del accidente.

El avión caza había despegado a las 20:00 horas locales (18H00 GMT) desde Kogalniceanu, donde fueron enviados en febrero mil soldados estadounidenses para consolidar el flanco oriental de la OTAN frente a las tensiones con Rusia. «Es prematuro discutir las posibles causas, ciertamente había condiciones meteorológicas adversas pero no podemos comentar ahora», dijo el portavoz militar, el General Constantin Spanu, el miércoles a la televisión local.

El helicóptero, un IAR 330 Puma, perdió el contacto con la torre de control y se estrelló minutos después con siete militares a bordo tras salir a buscar al, que había desaparecido de los radares. Según el Ministerio de Defensa, los accidentes pueden deberse a las malas condiciones meteorológicas.

Si bien las autoridades rumanas habían recibido una alerta del mal tiempo, esto no bastaría para justificar la desaparición sin haberse producido comunicaciones previas. El presidente rumano Klaus Iohannis dijo la noche de este miércoles que enviaba sus «pensamientos a las familias en duelo», y calificó los accidentes como «una noche trágica para la