Nadal, entre los ocho mejores tras desfondar a Mannarino
pisó el acelerador completamente a fondo este domingo en la Rod Laver Arena de Melbourne. Por primera vez en lo que va de torneo, el balear fue a todo gas para ganar el primer set en un desempate memorable contra Adrian Mannarino y después pasó el rodillo por desfondamiento moral y físico de su rival (7-6 (12), 6-2 y 6-1 en 2h40). De ese modo, entró en cuartos por 14ª vez en el, logro con el que iguala al local John Newcombe en la segunda plaza de la tabla de todos los tiempos, sólo por detrás de Roger Federer (15). El martes se enfrentará, por una plaza en las semifinales, al canadiense Denis Shapovalov, que sorpresivamente pasó por encima (6-3, 7-6 (5) y 6-3) del alemán Alexander Zverev, tercer favorito.
Las señales que transmitió Nadal en el mencionado tie-break e incluso en algunos momentos antes de alcanzarlo, fueron magníficas. Mannarino, zurdo estilista, bordaba el tenis con sagacidad, técnica y clase, de una manera, como explicó tras el partido el español, tan brillante que no le permitía encontrar opciones de quiebre. De hecho, no las tuvo en toda una primera manga en la que sólo ganó 10 puntos al resto antes de esa estupenda resolución en la antiguamente llamada muerte súbita.
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