Molina tiene un plan para salir de Ucrania "si fuese necesario"

Ayer el Motor Zaporozhye ucraniano volvió a la Champions League para jugar en Polonia ante el Kielce (33-27). La EHF ha decidido que después todos sus partidos como local los dispute lejos de su pista por la situación prebélica que vive el país, aunque Carlos Molina (30 años) sostenga que «se asume con relativa tranquilidad; no hay excesivas noticias al respecto. Eso sí, con mucha intensidad por parte de los extranjeros del equipo».

Molina (2,02 metros) alcanzó la Selección cuando estaba en el Naturhouse La Rioja. Luego decidió emigrar y está en su segunda temporada en el Motor: «Acabó de renovar por una campaña aunque me ofrecían dos; es duro para un español vivir en una ciudad como esta, por los cambios que supone. Pero deportivamente me tratan muy bien, ahora juego más dedicado a la defensa y me siento importante en el equipo, con mucha confianza del entrenador».

Si le preguntas por cómo ve él su situación, Molina muestra sensaciones contradictorias: «La verdad, todos los días voy a los entrenamientos y le fusilo a preguntas a nuestro entrenador, y nos pide calma. Además estamos lejos de la zona de conflicto. Esta semana el presidente se reunió con nosotros y nos mostró su tranquilidad. Nos dijo que en el país se han prohibido los vuelos comerciales, pero se permiten los privados. Como el club tiene su propio chárter, porque Motor es una empresa muy importante en el país con muchas ramas de negocio; nosotros no tenemos problemas para desplazarnos y de alguna manera ya sabíamos que nuestros partidos les íbamos a jugar de visitantes, y me hacía ilusión volver a Barcelona».

Miedo dice que no siente, y que en su equipo hay opciones para salir si se declara la guerra que tanto se augura en Occidente: «El que manda en la